Recientemente, el cine francés nos ha regalado dramas de la más alta calidad. Michael Haneke, con Amour (2012), nos mostró los límites a los que se puede llegar a causa de este sentimiento; por su parte, Abdellatif Kechiche, con La vie d’Adèle (2013), provocó revuelo alrededor del mundo, especialmente entre quienes, de manera errónea, dieron una lectura de género a la cinta, cuando en el fondo se trataba de una historia de amor universal, sin necesidad de ser específica de la comunidad lésbica u homosexual.
Siguiendo esta misma línea, Asghar Farhadi (A Separation, 2011; About Elly, 2009) nos presenta una historia que, como capas de cebolla, se va revelando al espectador. La trama comienza con la visita de Ahmad (Ali Mosaffa) a la casa de Marie (Bérénice Bejo), su exesposa. La casa es habitada por los tres hijos de Marie y por Samir (Tahar Rahim), su actual pareja. A partir de la llegada de Ahmad, comienzan a salir a la luz una serie de hechos ocurridos en el pasado, detonados por una conversación entre él y Lucie (Pauline Burlet).
Es muy loable lo que logra Asghar Farhadi con el uso del lenguaje narrativo: aunque el pasado es la temporalidad clave del filme, paradójicamente, todo sucede en el presente, sin recurrir a flashbacks ni a ningún otro recurso que no sea el de contar la historia con un pulso de acero. Además, involucra al espectador activamente, revelando pistas que, en momentos inesperados, se convierten en giros dramáticos que aumentan el compromiso entre quien ve y el filme.
Las actuaciones son sobresalientes, en especial destaco el rango actoral de Ali Mosaffa. Es un mérito más para Farhadi, quien no solo demuestra su talento narrativo, sino también su capacidad para dirigir a sus actores de manera magistral. Plus: recomiendo que, si le interesa ver más de este director, no se pierda A Separation.
En el trasfondo de la historia se abordan problemas morales, familiares, migratorios y de la adolescencia. Si bien hablar detalladamente de la trama sería arruinar su experiencia, puedo asegurar, sin temor a equivocarme, que este es un drama de gran hondura. Quizá no alcance la altura de las películas que mencioné anteriormente, pero sin duda es un must para quienes disfrutamos del séptimo arte.
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