FICUNAM 2015: LOS MUERTOS (2014)

 

Presentado en la sección ‘Ahora México’ de la edición FICUNAM 2015, el segundo opus de Santiago Mohar Volkow, quien previamente había hecho Dios nunca muere (2012), es un retrato sintomático de la sociedad mexicana, que a través de una noche de descontrol se hace presente la violencia y el abuso existente en el país.

El argumento de la cinta inicia con el recorrido de varios grupos de jóvenes, ya sea en taxi, ya sea en camioneta, hacía una fiesta; jóvenes de clase alta, beben alcohol como obsesos, se pervierten, fuman, se drogan, disfrutan de una vida sin preocupaciones su posición económica, se los permite. No hay más preocupación que las banalidades, por ejemplo el sentirse intimidado por una niña al saber que está puede “bajarte” al chico que te gusta,  o enojarse porque a tu novio se le “subió” la cerveza.

La cinta está contada en dos tiempos; teniendo así, un principio con un hilo narrativo en colectivo, llegada la segunda mitad del metraje se enfoca en la figura de Diego, quien post fiesta llega al amanecer a su casa, no sin antes haber caminado por el zócalo capitalino, atiborrado por un plantón de maestros para posteriormente cruzar la calle de Madero, que Santiago Mohar nos enseña con una cámara en foco que nos permite observar el amanecer en el corazón capitalino. En el segundo tiempo Diego, y sus amigos viajan a una casa a las afueras de la ciudad y continúan esta congestión alcohólica en donde el desenfreno es el único modus vivendi de este grupo de jóvenes, todo esto para terminar en un desenlace estridente y que retumbará en la vida de este grupo de amigos.

Si bien la cinta tiene en su superficialidad este retrato de la juventud de la clase alta mexicana en el fondo y a través de todo el metraje está sumamente implantado la violencia en que nos desenvolvemos, por ejemplo: la narración de un asalto en el psicólogo, el robo a un borracho semidesnudo que salió de la fiesta y le quitaron el coche, un grupo de personas muertas encontradas y presumiblemente achacados  de tal desenlace al narcotráfico, un borracho ahogado en alcohol y siendo objeto de burla por un joven que lo graba con su celular, gente que encuentra diversión en la destrucción de muebles, intentos de asaltos a mano armada y el final fatídico, son elementos que encontramos en la cinta de Mohar y que nos hablar de la violencia en que vivimos y que quizá algunas de ellas sean imperceptibles.

focha

Más allá del retrato social y que se manifiesta en lo político de la sociedad mexicana, hay en la cinta de Mohar algo que me parece fascinante, esto es la arquitectura y los exteriores filmados de la ciudad de México, una ciudad netamente chilanga, nocturna: El ángel de la independencia grabado con una cámara en movimiento, la calle Madero del centro histórico, el zócalo capitalino, la catedral, avenida Insurgentes, hacen que la cinta valga en el sentido de que en unos años para quienes hacen investigación visual sobre la ciudad de México encuentren en este filme el retrato de un momento social –en cuanto al tipo de vida de un estrato social determinado- político- la manifestación de los maestros- y visual- la arquitectura citadina-que los ayudará como fuente de la capital del país.

Otra cosa interesante en el filme es el lenguaje narrativo que utiliza  Mohar, dejando lo lineal de lado, y haciendo que el juego temporal sirva en función de lo contado, creando así momentos de tensión, o bien creando momentos de incomodidad con una cámara de mucho movimiento desorientando al espectador; el recorrido en la fiesta con música electrónica es brillante.

Los muertos cuenta  con la participación de jóvenes talentos actorales como Santiago Corucuera, Florencia Rios –teatrera y que también ha participado en el corto Rigor Mortis-, Elena Larrea, Ignacio Beteta, Jorge Caballero y Tessa ia –a quien vimos en protagónico difícil en ‘Después de Lucia’. Mohar, saca provecho de estos jóvenes rostros para conectar mejor con el público y crear la reflexión sobre el actual vacío social, acaso, la última parte de la cinta con el silencio total. Creando este choque entre situaciones que parecieran alejadas pero que convergen en un mismo lugar: La juventud –con sus problemas internos- y la violencia -que se manifiesta en el exterior- y que coexisten en la misma sociedad.

Mtro. En Historiografía y cinéfilo.

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